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Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible

Culminó la (22 de Julio 2012) Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) en Brasil con la adopción de un documento de 49 páginas titulado «El Futuro que Queremos».

La declaración, muy criticada por ambientalistas, científicos y por la sociedad civil en razón de su «escasa ambición» y por su «poca concreción», define sin embargo algunos lineamientos para la transición del planeta hacia una «economía verde» basada en un modelo de desarrollo económico con erradicación de la pobreza y protección ambiental.

Algunos de los principales puntos del documento «El Futuro que Queremos»:

ERRADICACIÓN DE LA POBREZA: Por primera vez en una conferencia de la ONU, el documento apunta la erradicación de la pobreza como el principal desafío global y como una condición misma para alcanzar el desarrollo sostenible.

– FORO POLÍTICO DE ALTO NIVEL: Se propone crear un foro político de alto nivel para el desarrollo sostenible en el ámbito de las Naciones Unidas, que en el futuro reemplazará al Consejo de Desarrollo Sostenible creado en la Cumbre de la Tierra de Río 1992.

– OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS): El documento aprueba la adopción de una lista de ODS que será definida por una comisión a ser formada en la próxima Asamblea General de la ONU y que presentará sus conclusiones en la cita siguiente, la de 2013. Las metas deberán ser perseguidas a partir de 2015 -cuando finaliza el plazo de implementación de los Objetivos del Milenio- y hasta 2030.

– MECANISMOS DE IMPLEMENTACIÓN: Ante la ausencia de compromisos de los países para financiar los ODS, la cumbre anunció la creación de otra comisión de 30 miembros que buscará definir mecanismos de financiamiento y de transferencia tecnológica para implementar la transición hacia la «economía verde». Dicha comisión será nominada en la próxima Asamblea General de la ONU y tiene plazo hasta 2014 para presentar sus conclusiones.

– PNUMA: Propone fortalecer y elevar a un nuevo nivel el Programa de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente (PNUMA), con el objetivo de lograr una participación universal en el organismo que también pasará a tener una fuente de financiamiento estable a través del presupuesto de la ONU, en lugar de tener que financiarse sólo con aportes voluntarios, como hasta ahora.

– CAMBIO DE MODELO DE PRODUCCIÓN Y CONSUMO: El documento aprueba un plan de diez años para modificar los actuales patrones de producción y consumo y adoptar un modelo sostenible.

– ÍNDICE DE MEDICIÓN DE DESARROLLO: La declaración propone abandonar el actual sistema de medición del nivel de desarrollo de los países, basado exclusivamente en el desempeño económico (el Producto Bruto Interno) por un nuevo índice, que tome en cuenta los criterios de desarrollo social y de protección ambiental.

– «ECONOMÍA VERDE»: Los 193 países aceptaron adoptar el concepto de «economía verde». Aunque el documento no establece una definición única y universal para el concepto, se trata de perseguir un cambio en el modelo de desarrollo que reduzca la presión sobre los recursos naturales.

– REITERACIÓN DE LOS «PRINCIPIOS DE RIO 92»: Pese a que no se trató de una nueva resolución, la reafirmación de los principios adoptados en la Cumbre de la Tierra de 1992, en especial el de las Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas entre países desarrollados y en desarrollo fue apuntada por Brasil como una de las principales conquistas de los negociadores.