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La tercera potencia mundial necesita ayuda

Es increíble lo sucedido en Japón el pasado viernes 11/03, la tercera potencia mundial se vio afectada por un fuerte terremoto seguido de un tsunami.

Esta potencia mundial a ayudado de sobre manera a América Latina y el Caribe, con sus diferentes agencias de Cooperación Internacional como JICA, ahora devastada necesitará ayuda de sus vecinos.

La televisión NHK, citando una fuente policial, dijo que más de 10.000 personas podrían haber muerto a causa de la ola gigante provocada por el terremoto del viernes de magnitud 8,9º, que redujo localidades enteras a escombros.

Más de 100.000 personas residentes en localidades cercanas a la planta nuclear Fukushima han sido evacuadas, pero quienes supuestamente se encuentran fuera de la zona de riesgo también tratan de huir.

Japón tiene 54 nucleares en 18 emplazamientos que suman 47.000 megavatios de potencia instalada: 29% de la electricidad del país.

Hay escasez de combustible luego del seismo + tsunami y por un bidón de nafta se paga hasta «50.000 yenes» (€ 500), pero para muchos huir es la prioridad.

El Gobierno ha difundido información contradictoria: primero dijo que tenía la situación controlada pero luego admitió la posibilidad de que se hubiera activado un proceso de fusión del núcleo en los reactores 1 y 3 de la central nuclear. Son 2 situaciones totalmente diferentes.

El país se encuentra en el nivel de emergencia 4 de los 7 posibles y los técnicos no descartan que se produzcan nuevas explosiones en el complejo.

Aunque el perímetro de seguridad es de 20 kilómetros, controles policiales impiden ya acercarse a más de 30 kilómetros.

Las poblaciones de la zona comienzan a sufrir problemas de abastecimiento de alimentos y agua.

La gente se encuentra preocupada por tener provisiones suficientes siquiera. En los super o minimercados que pueden encontrarse abiertos, las estanterías están vacías.

Los niveles de radiación ya han superado el límite de seguridad en los alrededores de la planta nuclear operada por Tokyo Electric Power Co (Tepco) y cerca de 200 personas se encuentran en observación tras haber recibido radiaciones elevadas.

3 de los 4 reactores de la central nuclear han sufrido problemas de refrigeración.

Una «mínima» fuga de cesio radioactivo, el desplome de una de las cápsulas que protegen el reactor Nº1 y los incidentes de las últimas horas en Nº3 han llevado a expertos internacionales a describir la situación como «muy seria», en contraste con los intentos del Gobierno de quitar hierro a la crisis.

Las autoridades de varias ciudades cercanas a las plantas han empezado a distribuir medicamentos destinados a paliar los efectos de una hipotética contaminación radioactiva en estaciones de policía y hospitales, muchos de ellos convertidos en refugio para quienes se han quedado sin hogar.

El 1er. ministro Naoto Kan ha advertido que la situación caótica que viven los japoneses se prolongará durante varios días ya que el suministro eléctrico tardará en reestablecerse en muchas zonas y que incluso podrían producirse nuevos apagones.

Kan ha reconocido que la situación es «preocupante» y advertido que la recuperación «no será fácil» pero que Japón la logrará como «hecho en el pasado».

Los equipos de emergencia siguen trabajando en la zona para tratar de enfriar la central mediante la inyección de agua de mar.

El Gobierno asegura que no hay peligro para los ciudadanos, aunque el accidente se ha cobrado sus primeras víctimas. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha informado que 1 operario murió en un accidente ocurrido con una grúa, otros 4 resultaron heridos en la explosión del sábado y 3 más resultaron heridos en otros incidentes.

Tras el terremoto y el tsunami del viernes 11/03, la nuclear perdió el sistema de refrigeración y durante más de 24 horas liberó al exterior gases radiactivos para reducir la presión en el interior y evitar un desastre aún mayor.

La agencia japonesa de seguridad nuclear calificó el accidente como nivel 4 en la escala de sucesos atómicos (INES, que va de 0 a 7). Esto lo convierte en el peor siniestro atómico desde Chernóbil -en 1986 y calificado como nivel 7-.

Desde Todos Ayudan damos nuestras sentidas condolencias a nuestros hermanos japoneses, expresándoles nuestro apoyo y ayuda en este momento de dolor, que sabemos van a poder levantarse y seguir adelante después de esta desgracia.