Progresos Relativos
Sin duda, en los últimos decenios la mortalidad infantil ha descendido en el conjunto de América Latina, aun en situaciones de bajo e inestable crecimiento económico y magra reducción de la incidencia de pobreza en el promedio regional.
Estos descensos en mortalidad infantil son heterogéneos entre países y, en cierta medida, la persistencia de alta mortalidad se relaciona con bajos ingresos, maternidad adolescente y falta de acceso a servicios básicos y de atención sanitaria oportuna.
Por otra parte, tanto la población rural como los pueblos indígenas y afrodescendientes presentan notorios rezagos, es decir, índices generales de mortalidad infantil muy superiores al resto de la población.
Además, las causas de muerte en este grupo etario van modificando su incidencia al comparar la evolución de defunciones neonatales y post neonatales.
Es por ello la necesidad de crear políticas e intervenciones a futuro, lo que permitiría cerrar las brechas por grupo y alcanzar asimismo mayores logros generales de reducción de la mortalidad de niños y niñas menores de cinco años.